MARCHA

04-Junio-2012  |   Noticias   |   0 Comentarios»

En la marcha, existen una serie de determinantes que permiten realizar los movimientos de manera fisiológica y que, tras sufrir determinadas alteraciones, generarán patrones patológicos.

Algunos de los determinantes de la marcha más significativos son:

  • Rotación pélvica: En el ciclo de la marcha, la pelvis realiza movimientos relevantes en, al menos, dos direcciones. Por un lado, el miembro inferior que se adelanta, no sólo lo hace a expensas de una flexión de cadera, sino también por el adelantamiento de la hemipelvis homolateral, que ayuda al avance de dicho miembro inferior. De igual forma, el miembro inferior que se encuentra posterior, no sólo presenta una extensión de la cadera, sino na desplazamiento posterior de la misma hemipelvis.
    La suma de ambos movimientos lo denominamos rotación pélvica.
  • Inclinación pélvica: de la misma manera que antes, la hemipelvis del lado que se encuentra en la fase de balanceo, sufre una caída o descenso respecto a la contralateral. Esta caída debe encontrarse en unos patrones determinados, pues si fuese exagerada podría considerarse patológica.
  • Flexión de la rodilla durante la fase de apoyo: a pesar de que se mantiene un estado flexo de 10-20º, permite la minimización del desplazamiento del centro de gravedad en sentido vertical.
  • Ancho de la base de sustentación: identificado con la anchura del paso que analizaremos en la práctica del presente tema, tiene la cualidad de que, cuanto menor sea su dimensión, menor el desplazamiento del centro de gravedad en sentido lateral (menor gasto energético) y menor estabilidad.
    De igual manera, cuanto mayor sea el ancho de la base de sustentación, mayor será el desplazamiento del centro de gravedad (mayor gasto energético) y mayor estabilidad.
  • Rotación recíproca de la cintura escapular: la coordinación de cintura escapular y cintura pélvica durante la marcha se produce a través de una rotación alternante. Este hecho, tal y como indica la figura permite conservar energía potencial que facilite el siguiente paso.

Marcha en condiciones especiales:

Fisiológicas:

  • Marcha en el niño: la marcha en el niño, hasta que su ontogénesis permita la normalización adulta de la misma, se caracteriza por:
  • Menor longitud del paso y su velocidad
  • Mayor anchura relativa del apoyo
  • Contacto inicial con toda la planta del pie, no con el talón
  • Escasa flexión de rodilla en la fase de apoyo
  • Postura en rotación externa del miembro inferior
  • Ausencia de movimientos de oscilación recíproco de los MM.SS.

Patológicos: seguiremos una clasificación etiológica de las modificaciones patológicas de la marcha en la que, en lugar de determinar las compensaciones y adaptaciones, serán solamente sugeridas para desarrollarse en el trabajo individual del alumno.

  • Marcha por anormalidades frecuentes:
  • Discrepancia de longitud de los MM.II.: toda dismetría obliga al miembro inferior corta a alargarse, al largo a acortarse o a ambas circunstancias simultáneamente.
  • Anquilosis o limitación del rango articular: la cinemática articular en la marcha, como en cualquier movimiento complejo sigue el precepto de que cualquier hipomovilidad, ha de ser compensada por las articulaciones próximas.
  • Inestabilidad articular: en función del grado, puede llegar a imposibilitar la marcha, o simplemente exigir un trabajo extra a la musculatura, para realizar un trabajo que cápsula y ligamentos no realizan.
  • Marcha antálgica: el dolor inhibe la participación del elemento generador del mismo, sea éste tejido contráctil o no.
  • Marcha patológica secundaria a lesiones del S.N.C.:
  • Marcha hemipléjica: desarrollada a través de la marcha de segador o los signos del empujador o del tirador.´
  • Marcha espástica: cuya entidad clínica más representativa es la diplejia espástica.
  • Marcha atáxica: la incoordinación exige un trabajo extra a todos los elementos involucrados en la misma, llegando a imposibilitar la marcha.
  • Marcha parkinsoniana: la enfermedad de Parkinson caracteriza por rigidez, temblor y acinesia determina una marcha lenta, insegura, de pasos cortos, muy característica.
  • Espasticidad + ataxia: que genera un patrón típico y frecuente, de grandes desplazamientos del centro de gravedad, denominada marcha danzante.
  • Marcha patológica secundaria a lesiones del S.N.P.: caracterizada por parálisis o paresia de músculos concretos por lesión de sus nervios o troncos nerviosos:
  • Parálisis de los extensores de cadera: a pesar de que en la marcha fisiológica el glúteo mayor no debe participar, esta limitación determina pasos cortos y una fase de apoyo más corta e insegura.
  • Parálisis del glúteo medio: que por sí sola genera el signo y la marcha de Trendelembur.
  • Parálisis del cuádriceps: provoca una extensión de rodilla por inercia de movimiento a modo de marcha de militar.
  • Parálisis de los isquiotibiales: que condiciona la flexión de rodilla.
  • Parálisis de los dorsiflexores del pie: que determina el equinismo del pie y por tanto la marcha equina.
  • Parálisis del tríceps sural: el cual además de estabilizar la articulación del tobillo, es indispensable para la parte final de la fase de apoyo, favoreciendo el avance y la amplitud de los pasos.

En el Centro Ficen damos respuesta profesional a todo problema como es la alteración en la marcha. Además asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares.

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