ENFERMEDAD DE OSGOOD-SCHLATTER

19-Febrero-2013  |   Noticias   |   0 Comentarios»

La enfermedad de Osgood-Schlatter es una avulsión parcial de la tuberosidad de la tibia. La enfermedad de Osgood-Schlatter es normalmente más frecuente en niños que realizan una actividad física intensa que en niños menos activos.

Durante el desarrollo fetal normal, la tuberosidad se desarrolla como un segmento anterior distinto del de la epífisis proximal de la tibia. Tras el nacimiento, este segmento desarrolla su propia placa de crecimiento, compuesta principalmente de fibrocartílago en vez de cartílago hialino; el fibrocartílago tal vez sirve como una estrategia para regular la fuerza de tensión provocada por el ligamento rotuliano sobre la tuberosidad. La tuberosidad se osifica normalmente y se une con la epífisis de la tibia.

En la enfermedad de Osgood-Schlatter, la tensión repetitiva sobre la tuberosidad puede provocar su separación (avulsión) de la tibia. El fragmento avulsionado continúa su  crecimiento, con el espacio participante rellenado con hueso o tejido conectivo fibroso nuevos, por lo que la tuberosidad de la tibia se engruesa. De vez en cuando aparece una prominencia dolorosa.

La enfermedad de Osgood-Schlatter se caracteriza por un dolor que aparece al realizar actividades físicas, justo por debajo de la rodilla, en la parte anterior. Se acompaña de inflamación local y dolor importante al tocar esa zona.

La finalidad del tratamiento de la enfermedad de Osgood-Schlatter es eliminar el dolor, mientras se intenta mantener, tanto como sea posible, las actividades del chico. Esto se puede conseguir normalmente a través de una combinación de estiramientos, hielo local y medicación antiinflamatoria. Aquellos casos de la enfermedad de Osgood-Schlatter en los cuales no se consigue disminuir el dolor con las anteriores medidas, deben disminuir sus actividades deportivas; y en los casos más severos, pueden requerir un breve periodo de inmovilización.

Afortunadamente, la enfermedad de Osgood-Schlatter es autolimitada y suele resolverse por sí misma en un periodo de 12 a 18 meses. La cirugía es raramente necesaria y, es esos casos, conviene consultar a un ortopeda pediátrico.

En el Centro Ficen damos respuesta profesional a la sintomatología consecuencia de la enfermedad de Osgood-Schlatter. Además, asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares.

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